El Servicio Penitenciario Provincial intensificó las requisas en las unidades carcelarias de Río Negro por disposición del Ministerio de Seguridad y Justicia, en el marco de una estrategia preventiva orientada a reducir la conflictividad interna durante las fiestas de fin de año.
Uno de los operativos más importantes se desarrolló en el Penal III de Bariloche, donde se realizó una requisa integral que abarcó la totalidad de los pabellones, celdas especiales y sectores comunes. El procedimiento tuvo lugar durante la mañana del martes 23 de diciembre y fue planificado de manera coordinada, con la participación de personal penitenciario, grupos especiales, celaduría y el área de sanidad.
Según se informó oficialmente, el operativo se llevó adelante bajo estrictos protocolos de seguridad y control. Los internos fueron retirados de sus celdas para realizar controles corporales, inspecciones visuales y revisiones completas de los alojamientos, con presencia de observadores y registro formal de cada actuación, con el objetivo de garantizar trazabilidad y evitar improvisaciones.
Como resultado de la requisa, se secuestró una importante cantidad de elementos prohibidos y de alto poder lesivo. Entre los objetos hallados se contabilizaron armas blancas de fabricación casera, cuchillos adaptados, hierros punzantes, hojas de sierra, utensilios transformados en elementos cortantes, piedras de gran tamaño y bebidas alcohólicas elaboradas de manera artesanal con restos de fruta fermentada, conocidas como “pajarito”.
También se detectaron otros objetos no permitidos, como teléfonos celulares y elementos vinculados a prácticas clandestinas, considerados factores que suelen alimentar situaciones de violencia dentro de los establecimientos penitenciarios.
Durante el desarrollo del operativo, el personal debió intervenir ante episodios de resistencia y reacciones violentas por parte de algunos internos alojados en distintos pabellones. En esos casos, se aplicaron técnicas de reducción reglamentarias y se dio intervención inmediata al área de sanidad, garantizando la atención médica correspondiente y la posterior reintegración de los internos a sus sectores.
Desde el Ministerio de Seguridad y Justicia señalaron que el refuerzo de las requisas responde a una política preventiva sostenida, especialmente en fechas sensibles como Navidad y Año Nuevo, cuando el encierro suele vivirse con mayor carga emocional. En ese contexto, remarcaron que el objetivo no es solo neutralizar elementos peligrosos, sino también ordenar la convivencia intramuros y evitar situaciones que puedan derivar en hechos de mayor gravedad.













