En el inicio de la temporada estival, el Parque Nacional Nahuel Huapi reforzó los controles y procedimientos de fiscalización en todo su territorio, con el objetivo de prevenir incendios forestales y garantizar el cumplimiento de las normas vigentes vinculadas al uso público del área protegida.
Las tareas son llevadas adelante por el cuerpo de guardaparques, que intensificó su presencia tanto en la zona sur como en la zona norte del parque, en un contexto marcado por la prohibición absoluta de hacer fuego y por la emergencia ígnea que atraviesa la región. Los controles apuntan, además, a regular el ingreso con mascotas, el uso de drones, la realización de actividades no habilitadas y el acampe en sectores no autorizados.
En ese marco, durante los últimos días se desarrolló un procedimiento de fiscalización en la zona norte del parque, que incluyó un importante despliegue logístico y la participación de guardaparques de la Administración de Parques Nacionales, con apoyo de la Brigada Rural de la División Junín y de la Policía de Traful. El operativo permitió detectar diversas infracciones a la normativa vigente, entre ellas acampe en áreas no habilitadas y la realización de fuego, conductas consideradas especialmente graves por el riesgo que representan en esta época del año.
Como resultado del procedimiento, se labraron las actas de infracción correspondientes y se dispuso el secuestro de equipamiento utilizado en las actividades ilegales, entre ellos equipos de pesca, elementos generales y un gomón empleado para la flotación en un río, en violación a las disposiciones del parque.
Las actuaciones continúan ahora dentro del procedimiento administrativo legal, que prevé sanciones para este tipo de conductas. Desde el organismo nacional destacaron el trabajo articulado con las fuerzas de seguridad como una herramienta clave para fortalecer las tareas de control, prevención y cuidado del área protegida.
Finalmente, las autoridades reiteraron el llamado a visitantes y residentes a informarse previamente, respetar la normativa vigente y utilizar únicamente los espacios y actividades habilitadas, una condición fundamental para preservar el parque, evitar sanciones y reducir riesgos tanto para las personas como para el ambiente.













