Un nuevo episodio de usurpación encendió las alarmas al pie del cerro Ventana y reavivó la polémica sobre los conflictos de tierras en la región. Fe ando Mora Valenzuela y Marcelino Antonio Mora denunciaron penalmente a integrantes de la comunidad Buenuleo por haber tomado por la fuerza su terreno en el Cajón del Ñireco, a metros de la toma de agua. Según relataron, los intrusos se instalaron en la propiedad tras ser desalojados del predio de la familia Friedrich y, además de apropiarse ilegalmente del lote, los amenazaron con armas blancas, generando un clima de tensión y temor.
El violento episodio tuvo lugar el pasado 11 de marzo, cuando los denunciantes subieron al lugar para verificar la situación después de un operativo de desalojo en un lote lindero. Para su sorpresa, encontraron que varias personas, entre ellas la esposa de Ramiro Buenuleo, se habían instalado en su propiedad y habían levantado una casilla de madera y dos galpones. Además, denunciaron la desaparición de materiales de construcción, alambrados y postes. Aseguran que estos elementos fueron retirados intencionalmente para borrar los límites de la propiedad y facilitar la ocupación ilegal.
De acuerdo con la denuncia presentada ante la fiscalía , en un momento, cinco o seis personas salieron del lugar y los increparon de manera violenta. Uno de los sujetos, según el testimonio, llevaba un cuchillo escondido en la manga y les preguntaba “¿tenés miedo?” mientras exhibía el filo de manera intimidante. También afirmaron que fueron insultados y que la esposa de Buenuleo los amenazó con “El Cinco”, a quien señalaron como el hijo de Antonio Buenuleo Curín. Esta amenaza, interpretada como un mensaje de represalia, generó gran preocupación en los denunciantes, quienes aseguran que el clima de inseguridad en la zona se ha vuelto insostenible.
Los Mora aseguraron que el enfrentamiento fue presenciado por un empleado de la comisión judicial y dos agentes policiales, quienes constataron la situación. Sin embargo, la falta de intervención inmediata dejó a los propietarios en un estado de vulnerabilidad. Ante la hostilidad del grupo, optaron por retirarse para evitar un desenlace violento. También revelaron que desde 2021 evitaron subir a la propiedad por temor a represalias, ya que el conflicto territorial con la comunidad Buenuleo viene de larga data y ha sido motivo de diversas denuncias previas.
Según la denuncia, la fiscal Betiana Cendón ya cuenta con una carpeta con pruebas fotográficas que respaldarían la usurpación y los daños sufridos. En las imágenes se pueden ver los materiales sustraídos, el estado de la propiedad antes de la toma y las construcciones ilegales levantadas en el terreno. La investigación ahora está en manos de la Justicia, mientras los denunciantes exigen respuestas y medidas urgentes para recuperar su propiedad. “No es la primera vez que pasa y tememos que si la Justicia no actúa con rapidez, la situación se vuelva irreversibleâ€, sostuvieron los Mora.
Este nuevo caso se suma a una serie de denuncias en la región por usurpaciones, reavivando el debate sobre la propiedad de la tierra y la actuación del Estado frente a estos conflictos. Mientras tanto, la comunidad Buenuleo sostiene la defensa de su derecho a ocupar territorios que consideran ancestrales.













