La Nochebuena dejó una postal conocida y preocupante: el cielo iluminado por fuegos artificiales y sacudido por estruendos, aun cuando rige una prohibición expresa y la ciudad atraviesa una emergencia ígnea con índice de peligrosidad muy alto. Durante varios minutos después de la medianoche, en distintos barrios —desde El Frutillar al centro— la pirotecnia se impuso por sobre los controles anunciados por el Municipio.
Las imágenes registradas por un dron confirmaron lo que muchos vecinos ya denunciaban desde sus casas: cohetes de colores, bombas de estruendo y un uso extendido de pirotecnia adquirida en el circuito clandestino. La escena se repitió en distintos puntos de la ciudad, dentro de un Parque Nacional y en pleno contexto de riesgo extremo por incendios.
Semanas antes, la Municipalidad había reforzado la campaña de comunicación recordando la prohibición vigente y las sanciones por tenencia ilegal de pirotecnia, que van desde $227.903 hasta $4.546.870. También se difundieron los canales oficiales de denuncia —la línea 103 de Protección Ciudadana y el 2944-616595 de Inspección General— y se insistió en que los reclamos por ruidos molestos o uso de pirotecnia en domicilios particulares deben canalizarse ante la Policía de Río Negro, para actuar conforme a los protocolos.
El saldo incluyó un incendio en la barda del Ñireco, atribuido al mal uso de pirotecnia. El foco fue contenido y extinguido por personal del SPLIF, Bomberos y la Policía, sin riesgo de propagación. Un llamado de atención oportuno en una noche donde el viento volvió a jugar en contra.
Según el pronóstico de la AIC, para este viernes, el ingreso de un frente frío traerá ráfagas del oeste que podrían alcanzar los 77 km/h, con una jornada mayormente despejada y una máxima de 15°C. En este escenario, las autoridades reiteraron que cuando rige una alerta está totalmente prohibido hacer fuego en cualquier circunstancia.
Durante la vigencia de la Emergencia Ígnea en Río Negro no se permite encender fuego al aire libre en zonas de bosque, montaña, senderos, riberas de ríos, lagos y arroyos, ni en espacios públicos o áreas naturales sin habilitación. También está prohibida la quema de residuos y el uso recreativo del fuego. Solo se admite cocinar en lugares expresamente habilitados y cuando el índice lo autoriza; con riesgo extremo, la prohibición es absoluta, incluso en campings, fogones y viviendas particulares. Las sanciones que anunció el gobierno provincial pueden ir de 100 a 100.000 litros de gasoil, además de acciones penales y patrimoniales.
La postal de Nochebuena dejó una pregunta incómoda: ¿de qué sirven las prohibiciones, las campañas y las multas si el descontrol vuelve a repetirse? En una ciudad rodeada de bosque y viento, la pirotecnia ya no es una tradición: es un riesgo para todos.






