El incendio registrado el viernes pasado en el cerro Runge, en un sector lindante al Sanatorio San Carlos, fue controlado en pocas horas y no obligó a evacuar el establecimiento -según explicaron- ni dejó personas heridas. El foco afectó una superficie aproximada de 100 metros por 100 metros, según confirmaron fuentes intervinientes en el operativo.
El episodio activó un despliegue conjunto del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), Bomberos Voluntarios, personal de Parques Nacionales y Defensa Civil, que luego de algunas horas de trabajo lograron contener el avance del fuego y evitar su propagación hacia sectores de mayor riesgo ambiental y edilicio.
En paralelo al operativo, la Justicia imputó a un trabajador por el delito de “incendio cometido por accionar negligente”, quedando señalado como el único responsable reconocido en la causa. De acuerdo a la investigación, el hecho ocurrió mientras realizaba tareas laborales en el área afectada.
Tras el episodio, este lunes (22/12) el Sanatorio San Carlos informó -mediante un comunicado de prensa- que iniciará una revisión integral de sus procedimientos de trabajo y de sus medidas de prevención ambiental y de seguridad, con el objetivo de incorporar los aprendizajes que dejó el siniestro y reducir riesgos a futuro.
Desde la institución señalaron además que acompañarán al trabajador imputado, al tiempo que confirmaron su colaboración con las autoridades judiciales para el esclarecimiento de lo ocurrido.
El incendio se produjo en un contexto de alta sensibilidad por el riesgo ígneo en la región, y volvió a poner en foco la necesidad de extremar cuidados y controles en zonas cercanas a áreas naturales, especialmente durante períodos de condiciones climáticas adversas.













