El Instituto Balseiro, reconocido a nivel mundial por la formación de profesionales en física e ingeniería nuclear, tendrá por primera vez en su historia a una mujer al frente. La ingeniera Graciela Bertolino, investigadora del CONICET y de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), fue designada directora y asumirá el cargo el próximo 1 de octubre en Bariloche.
Su nombramiento fue aprobado por el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), una de las dos instituciones de las que depende el Balseiro junto con la CNEA. El proceso de selección culminó a fines de agosto, tras una votación inte a.
Bertolino, nacida en Villa Huidobro, Córdoba, tiene 54 años y un extenso recorrido académico. Se recibió de ingeniera nuclear en 1996 y obtuvo su doctorado en 2001, ambos en el mismo Balseiro. Su investigación doctoral se centró en el estudio del deterioro de aleaciones de circonio, clave para la industria nuclear.
Tras completar un posdoctorado en la École Polytechnique y el CEA Saclay en Francia, trabajó varios años en el Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS). En 2008 regresó a Bariloche para continuar su carrera como docente e investigadora.
Dentro del Instituto Balseiro, fue directora de la carrera de Ingeniería Mecánica (2016-2019) y vicedirectora del área de Ingeniería durante dos mandatos consecutivos. En 2019 se convirtió en la primera mujer en ocupar ese cargo, lo que anticipaba el camino hacia la dirección general.
Además de su labor académica, Bertolino integra equipos de investigación en la División Física de Metales del Centro Atómico Bariloche, donde trabaja en proyectos sobre propiedades mecánicas, nuevos materiales y aplicaciones vinculadas a la salud.
Ha dirigido tesis de grado, maestría y doctorado, y también lideró la organización de congresos inte acionales, como el de Metalurgia y Materiales en 2018. Su nombre aparece asociado a becas y estancias en instituciones de referencia como el Georgia Institute of Technology (Estados Unidos) y la Universidad de París VI (Francia).
Vida personal y regreso a Bariloche
Más allá de los laboratorios y la docencia, Bertolino lleva una vida familiar en Bariloche junto a su esposo, músico y compositor, y sus dos hijos adolescentes. Tras años de residencia en Europa, regresó a la Patagonia en 2008, donde volvió a vincularse con el instituto que la formó.
El próximo martes, en un acto académico, asumirá oficialmente como directora del Instituto Balseiro, marcando un hecho histórico para la institución y un paso más en el camino hacia la igualdad de género en los espacios de ciencia y tecnología en la Argentina.













