En medio de la atención internacional por el incremento de casos de gripe en el hemisferio norte, el director del Hospital Zonal Ramón Carrillo, el doctor Víctor Parodi, llamó a la calma y a la responsabilidad sanitaria. En una entrevista con Radio Con Vos Patagonia, analizó la alerta epidemiológica emitida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ante la creciente circulación de la variante H3N2 subtipo K de la influenza A en Europa, una situación que podría anticipar un aumento de casos en el hemisferio sur durante el próximo otoño-invierno.
Parodi aclaró desde el inicio que no se trata de un virus desconocido y desaconsejó cualquier forma de alarma pública. Explicó que “el virus de la gripe, el H3N2, está hace mucho tiempo; es una variante de la gripe A”, e insistió en que “el hecho de asustar no es una buena forma de comunicar”. Según detalló, esta variante puede resultar más contagiosa debido a mutaciones recientes, pero no modifica quiénes integran la población de riesgo, que sigue siendo la misma desde hace años: “los menores de seis años, las personas de seis a 57 con enfermedades crónicas, los mayores de 65 y el personal de salud”.
Una alerta de vigilancia, no de emergencia
Para el director del hospital, la advertencia de la OPS debe interpretarse como un llamado a reforzar la preparación regional, no como un motivo de preocupación inmediata. Recordó que se trata de una alerta estacional, típica en esta época del año, y que responde al comportamiento del virus en el hemisferio norte. “Muchachos, estamos teniendo esta situación en el hemisferio norte; ustedes posiblemente lo van a atravesar el próximo año en su otoño-invierno”, es el mensaje que sintetiza la lógica detrás de la advertencia.
El especialista remarcó que la situación es muy distinta a la vivida con el COVID-19. “El COVID era un virus que no conocíamos y fuimos aprendiendo con el mismo virus día a día. Acá estamos hablando de la gripe, de algo que sabemos cómo se comporta”, señaló. Por eso, la OPS llama a monitorear, controlar y vigilar, sobre todo a partir de marzo, cuando podrían detectarse casos antes de lo habitual. Un adelantamiento de los diagnósticos sería un indicador clave para ajustar la estrategia sanitaria local.
El verdadero riesgo: las complicaciones
Más allá de la circulación viral, Parodi puso el foco en un punto que considera central para la salud pública: la gripe no suele ser peligrosa por sí misma, sino por sus complicaciones en personas vulnerables. Explicó que en pacientes con enfermedades previas, incluso cuadros leves pueden desencadenar situaciones críticas. “Si alguien con una miocardiopatía dilatada contrae gripe, tiene una chance alta de que aparezca una complicación o un evento fatal”, ejemplificó.
Vacunación, la herramienta más efectiva
El director del Ramón Carrillo insistió en que la vacunación antigripal sigue siendo la estrategia más eficaz para reducir las formas graves de la enfermedad. El virus, recordó, “es altamente contagioso”, por lo que inmunizar a la población de riesgo resulta fundamental antes del inicio del invierno.
La campaña de vacunación comenzaría, como todos los años, hacia fines de marzo o abril, pero no se descarta adelantarla si el virus muestra un comportamiento temprano. La fórmula aplicada será la misma vacuna antigripal anual, adaptada a la cepa predominante del hemisferio norte.
Sin embargo, Parodi subrayó que en este momento la mayor inquietud del sistema sanitario argentino no es la gripe, sino los brotes de sarampión y coqueluche (tos convulsa). “Me interesa que los chicos estén vacunados contra el sarampión y la coqueluche. La coqueluche puede matar a los chicos”, alertó, insistiendo en completar los esquemas infantiles.
La conclusión del médico buscó evitar exageraciones informativas: no hay una emergencia sanitaria, pero sí un llamado a prepararse. “Hoy sería adelantarnos a un posible escenario, que no lo tenemos, sin descuidar las posibilidades, pero sí fortalecer la vigilancia, los controles y particularmente las poblaciones de riesgo”, resumió.













