Bariloche se convierte en la primera ciudad de la Patagonia en sumar She Taxi, una aplicación de transporte pensada para mujeres que viajan con mujeres y que propone un cambio de reglas en un sector atravesado por la discusión sobre la seguridad. El anuncio lo realizó Paola Biss, presidenta de la Asociación Civil Mujeres Conductoras de Bariloche, al confirmar el inicio de las operaciones locales de la plataforma, que ya funciona en Rosario, Córdoba y Buenos Aires.
La iniciativa nació en 2016 en Rosario, impulsada por Eva Juncos, y se consolidó como una herramienta colaborativa que vincula exclusivamente a pasajeras con conductoras mujeres de taxis y remises habilitados. “La idea es brindar un viaje más seguro y cómodo, tanto para quien conduce como para quien viaja”, explicó Biss en Radio Con Vos Patagonia, al subrayar que el servicio respeta la normativa municipal y se apoya en trabajadoras registradas.
Uno de los puntos centrales del modelo es su lógica económica. A diferencia de las plataformas multinacionales, She Taxi no cobra comisión por viaje. “Es una aplicación colaborativa: como conductora me deja el 100% de la ganancia; no es como otras aplicaciones que te sacan un 20 o un 30%”, afirmó Biss, y definió a la herramienta como “fabulosa” porque suma valor al trabajo cotidiano sin costos adicionales ni intermediaciones que licúen el ingreso. En un contexto de márgenes ajustados, ese diferencial se vuelve decisivo para sostener la actividad.
La seguridad aparece como el eje del proyecto. Biss sostuvo que las estadísticas muestran que las mujeres profesionales son prudentes al volante, con menores tasas de siniestros, y remarcó que el sistema genera un “círculo de confianza”: la usuaria conoce de antemano quién realizará el traslado y la conductora sabe a quién lleva. Sobre el transporte de menores, aclaró que los niños deben viajar acompañados por un adulto, aunque destacó la “tranquilidad total” que la aplicación ofrece a adolescentes y jóvenes que se mueven solas, especialmente en horarios nocturnos o trayectos largos.
En términos operativos, la app ya está disponible para descargar en la Play Store y las conductoras locales realizan pruebas internas para comenzar a prestar servicio de manera formal en los próximos días. La expectativa inicial es sumar entre 30 y 40 conductoras, aunque la convocatoria se extiende a las alrededor de 50 mujeres que hoy manejan taxis y remises en la ciudad. La propuesta, además, apunta a unificar al sector bajo una misma herramienta digital, integrando ambas modalidades de transporte habilitado.
El desembarco de She Taxi se produce en un escenario que Biss describió como “complicado” para el transporte en Bariloche, marcado por el crecimiento de vehículos no regulados y aplicaciones que operan en un área gris. “Seguimos resistiendo y felicitamos al residente o al visitante que elige usar un servicio habilitado por el municipio y que cumple con toda la reglamentación”, señaló. En esa línea, consideró que el auge de otras plataformas responde a una “moda” y advirtió sobre el “avasallamiento” que sufren los trabajadores locales frente a sistemas que no tributan ni se ajustan a las reglas vigentes.
Sin mencionarlas como competencia directa, el planteo dialoga con el avance de empresas como Uber o Cabify, cuyo modelo de negocios y encuadre legal generan debate en numerosas ciudades del país. Frente a ese panorama, She Taxi se presenta como una alternativa que combina innovación tecnológica, perspectiva de género y defensa del trabajo registrado.
Para Biss, el objetivo de fondo es doble: profesionalizar el sector femenino del transporte y ofrecer a las usuarias una opción confiable, transparente y segura. Con su llegada a Bariloche, la app no solo amplía su mapa en la Argentina, sino que abre una discusión local sobre cómo modernizar el transporte sin resignar derechos laborales ni controles públicos.













