La Casa del Deporte y su entorno empiezan a dejar atrás una postal que incomodaba: un complejo destinado a ser centro de encuentro juvenil que, llegada la noche, se volvía territorio oscuro e inseguro. Esa falta de iluminación —señalada en múltiples oportunidades por los propios usuarios— hacía que tanto el Skate Park y el pump track como el parque que los rodea quedaran inutilizados apenas caía el sol.
Recién ahora, con operarios municipales desplegados entre zanjones y postes, se inicia una obra largamente prometida: la instalación del cableado necesario para encender luces en cada sector del predio. Las fuentes consultadas aseguran que el objetivo oficial es terminar antes de fin de mes, aunque no se difundieron plazos detallados ni el presupuesto que implica la intervención.
Quienes usan a diario las instalaciones destacan que contar con luz será un cambio sustancial, pero no dejan de recordar episodios de vandalismo, hurtos y agresiones que se repetían en ese sector cuando el sol desaparecía. Nadie imagina que solo iluminar alcance para revertir una situación que demanda también más presencia preventiva.
El plan contempla reutilizar los postes existentes y cubrir tanto las áreas deportivas como los senderos del parque, donde se multiplican los encuentros sociales, los mates y las tardes de juegos familiares.














