Ernesto Arias tiene 71 años, vive en Bariloche y acaba de completar una de las pruebas de ultra-resistencia más duras del circuito internacional Ultra Trail Montblanc (UTMB), considerada la competencia de montaña más importante del mundo. La carrera se disputó recientemente en San Carlos de Bariloche y reunió a unos 3.500 atletas de distintos países.
Arias recorrió 87 kilómetros en 21 horas, una distancia que superó el trazado original previsto de 80 km. “La medición final por GPS dio 87 kilómetros”, explicó el corredor, que se autodefine como uno de los competidores “mayorcitos” del evento.
Un recorrido exigente por la montaña
La largada tuvo lugar en el Centro Cívico y desde allí los corredores ascendieron al cerro Otto, continuando hacia el sector de Baquianos. Uno de los tramos más complejos fue el ascenso al cerro Pontor, que Arias describió como “muy pesado”: un recorrido de ida y vuelta de 14 kilómetros, con abundante piedra y gran desgaste físico.
La competencia continuó por Playa Muñoz, con posterior subida al refugio Frey y un desvío hacia la base del cerro Catedral. El ascenso a Nubes se convirtió en uno de los momentos más duros de la carrera, ya con cerca de 60 kilómetros acumulados. “Ahí ya venías con mucho cansancio encima y se puso bastante duro”, recordó.
Tras un descenso exigente y un último paso por el cerro Otto, la meta volvió a ubicarse en el Centro Cívico, donde Arias cruzó la llegada acompañado por compañeros de entrenamiento.
Aguante, cabeza y experiencia
Con experiencia previa en pruebas como el K42 de Villa La Angostura y el Paso Austral —una carrera de 70 kilómetros que une el cerro Tronador con el Pacífico chileno—, Arias aclaró que su fuerte no es la velocidad. “Soy lento, no soy para calle, pero en la montaña tengo aguante”, explicó.
Jubilado desde hace seis años tras trabajar en el ámbito de trámites judiciales, encontró en el trail running una forma de vida. Para él, correr en la montaña es mucho más que competir: “Es paz, aire puro y disfrutar de un lugar maravilloso. Es vida sana, algo que hoy está tan difícil”.
Su vínculo con el running comenzó cuando se radicó en Bariloche en 1988. Desde entonces, corre priorizando la experiencia por sobre el rendimiento. “Voy mirando todo. No saco fotos, trato de llevármelo en la retina, los paisajes y los olores”, contó.
El triunfo personal y por categoría
Arias fue el competidor de mayor edad del evento, ya que la última categoría oficial llegaba hasta los 65 años. Aun así, se impuso entre los corredores de 70 años o más. “Gané la categoría 70+, la gané yo”, celebró.
Más allá del resultado, destacó el valor del logro personal: “Para mí fue un triunfo. Lo hice y estoy feliz de eso”.
También subrayó la importancia de la fortaleza mental en este tipo de pruebas, donde el cansancio y las dudas aparecen constantemente. Durante la carrera, incluso logró motivar a un corredor más joven que estaba exhausto a pocos metros de una cumbre, y lo acompañó hasta la meta.
El apoyo del grupo fue clave: Arias entrena con Oxy Running Bariloche ,cuyos integrantes lo esperaron en el tramo final y lo acompañaron trotando hasta el Centro Cívico.
A quienes dudan en empezar, su mensaje es simple y directo: “Empezar caminando, nada más”. Y al describir cómo se siente hoy, a los 71 años, lo resume en una frase: “Me siento vivo, que es lo importante”.













