Según confirmó la Fiscalía de Neuquén, el informe preliminar de la autopsia, recibido por el asistente letrado Ramiro Amaya, determinó que la causa de muerte fue asfixia por sumersión. Los peritos médicos descartaron signos de violencia o lesiones compatibles con la intervención de terceras personas, por lo que se desechó la hipótesis de un crimen.
El hallazgo se produjo luego de un operativo de búsqueda que se extendió durante cuatro días, con participación de distintas fuerzas y organismos de ambas provincias. El cuerpo fue localizado a unos 500 metros de la boca del Limay, en un mirador del sector neuquino, hasta donde se desplazó personal de la Policía de Neuquén tras recibir la alerta de vecinos que habían observado un cuerpo flotando cerca de la orilla.
He ández había sido visto por última vez el 22 de octubre a las 5 de la mañana, cuando se ausentó de su domicilio sin llevar pertenencias personales. Las cámaras del puesto caminero de Neuquén registraron su paso a pie por la ruta hacia el este, lo que permitió orientar los rastrillajes hacia esa zona limítrofe.
El operativo de búsqueda, coordinado entre las fiscalías de Bariloche y Neuquén, incluyó a la Policía de Río Negro, la Prefectura Naval, Bomberos Voluntarios y la Brigada de Operaciones Especiales, con un despliegue terrestre, lacustre y aéreo.
Con los resultados de la autopsia y la identificación formal, la Fiscalía de Neuquén dio por concluida la investigación penal, al no existir indicios de delito.













