El turismo continúa siendo el motor principal de la economía barilochense, pero sus desafíos se hacen cada vez más visibles. Así lo expusieron Joaquín Escardó y Martín Lago, referentes del Observatorio Económico de la Asociacion Empresaria Hotelera Gastronomica de Bariloche (AEHGB), en una entrevista con Radio Con Vos Patagonia.
Uno de los ejes centrales fue la conectividad aérea. Según Lago, lo que define si un turista elige o no la ciudad no es el valor de la habitación ni de la gastronomía, sino el precio del pasaje. “El turista compra primero el aéreo y meses después define el alojamiento. Si el costo del vuelo es alto, la decisión de venir se frena ahí. Vivimos lejos de los principales centros emisivos y hoy las rutas terrestres están en mal estado y el combustible es caro. La principal barrera es el aéreoâ€, explicó. En ese sentido, destacó que 2025 mostró una mejora gracias a una fuerte programación de frecuencias y precios accesibles. “Este año se notó la diferencia: los vuelos estuvieron a valores razonables y eso permitió sostener un buen volumen de visitantes. Años atrás era insólito: un vuelo doméstico a Bariloche costaba lo mismo que lo que un europeo pagaba para cruzar el Atlánticoâ€, recordó.
Otro aspecto clave es el impacto del mercado informal. “La mitad de los visitantes no se aloja en hoteles registradosâ€, advirtió Escardó. Esto implica una fuerte competencia desleal para el sector formal, que carga con la presión fiscal y regulatoria. Para los referentes, el desafío no pasa por sancionar sino por crear incentivos para la habilitación: “No se trata de castigar al que es informal, sino de favorecer que le convenga habilitarse. Que pagar un poco más tenga un beneficio claro. El objetivo es seducir a ese 50% que hoy compite en desigualdad y que muchas veces se ve como enemigoâ€.
El Observatorio también cuestionó miradas simplistas que reducen el éxito o fracaso de la temporada al precio de la hotelería. “Los datos que generamos permiten desmitificar esos discursos. Si un funcionario afirma que todo depende de la tarifa hotelera, está dejando afuera el verdadero problema: la accesibilidad al destinoâ€, señalaron. Además, insistieron en que el Estado debe apropiarse de la información generada por el sector privado para diseñar políticas públicas. “No alcanza con declaraciones coyunturales. Hay que usar métricas confiables para negociar con aerolíneas, consolidar el aeropuerto y dar previsibilidad. Esto es lo que permite sostener el turismo como motor económicoâ€.
Lago y Escardó también resaltaron el rol histórico del Emprotur, al que calificaron como una herramienta ejemplar de cooperación público-privada. “No es casual que hoy Bariloche tenga 1.400 frecuencias aéreas entre marzo y junio. Eso es fruto de una política de más de 10 años. El Emprotur fue pionero en el país: de hecho, Nación replicó ese modelo de promoción. Hay que cuidarlo y no caer en la tentación de criticarlo en cada campaña políticaâ€. Recordaron, incluso, que las primeras acciones del ente se hicieron en alianza con Aerolíneas Argentinas, viajando por el país a promocionar el destino. “El principio era claro: el avión necesita pasajeros y el hotel camas ocupadas. Si ambos ganan, gana la ciudadâ€, resumieron.
El Observatorio Económico de la AEHGB busca consolidar un sistema de indicadores que se publiquen mensualmente, con fecha fija, para que todo el sector pueda usarlos como referencia. “El objetivo es que el turismo deje de analizarse solo por percepciones. Si logramos un marco de datos temprano y consistente, podremos diseñar políticas más inteligentes tanto desde el sector privado como desde el públicoâ€, concluyeron.













